El Museo Félix Cañada ha seleccionado una serie de Obras Maestras pertenecientes a la Colección de la institución, que iremos compartiendo mes a mes a lo largo de un año. La primera de ellas, y con la que inauguramos este apartado mensual, es el Pantocrátor y Calvario, realizado en madera policromada y que data del siglo XI.

El conjunto escultórico románico consta de dos tablas, cuyos temas siempre se representaban de manera emparejada. Por un lado, la escena del Calvario y por el otro, el Pantocrátor, un tema del arte cristiano que se utiliza para referirse al Dios Padre Omnipotente o a Cristo.

En el Románico, con este término se designa la imagen con que se representa al Todopoderoso, Padre e Hijo, es decir, Creador y Redentor. La figura, siempre mayestática, muestra a una u otra persona divina en similar actitud: con la mano diestra levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios.

Se suele enmarcar en un cerco oval conocido como mandorla (del italiano mandorla o almendra mística) y, ocupando el espacio adyacente, aparecen las cuatro figuras del tetramorfos, es decir, alegorías de los cuatro evangelistas.

En el Nuevo Testamento, Pantocrátor es usado una vez por San Pablo.

Otra representación es el concepto cristológico de Jesucristo como salvador de la humanidad, Salvatoris MundiSus dedos se representan en disposición de dar la bendición con dos dedos,enseñando la dúplice naturaleza de Cristo, humana y divina.

Como es habitual en el tema del Calvario, podemos apreciar no sólo a la Virgen o a San Juan, sino unos ángeles que coronan la escena.

Dichas tablas conservan restos de policromía, prevaleciendo dos colores: el verde y el rojo.